Hace años, entonces como responsable de la Delegación de Asuntos Sociales en Granada, recibí la propuesta de asociaciones de los barrios de la Zona Norte de Granada de poner en marcha una iniciativa que permitiría seguir trabajando con los niños y niñas durante el verano. Estamos hablando de barrios con familias con especiales dificultades sociales, económicas y laborales. El objetivo era lúdico, educativo y de convivencia.
La experiencia dio buenos resultados y se ha mantenido a lo largo de años y se ha ido abriendo a resto de los barrios de la ciudad. Se hace en colaboración entre la Delegación de Igualdad y Educación de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada y distintas asociaciones que se aglutinan en torno al foro infancia y juventud.
Repaso de las asignaturas del curso, clases de idiomas, cerámica y manualidades, baños en la piscina, excursiones, etc..
Un proyecto de colaboración entre iniciativa pública e iniciativa social que está dando magníficos resultados. (podéis leer más).
Para mí ha sido muy gratificante comprobar que la Escuela de Verano sigue funcionando y cada año amplia sus actividades y número de alumnos y alumnas, este verano más de 300.