Hace exactamente cuatro meses, el 11 de noviembre se celebraron en nuestro País las elecciones generales. Menos de tres meses de gobierno del partido popular que han sido más que suficiente para dar a conocer la peor imagen de la derecha. Todo no acaba aquí, aún se reservan los recortes más duros para reflejarlos en los presupuestos generales del Estado que a pesar de las presiones de la Unión Europea, los aprobarán, casualmente, después de las elecciones Andaluzas.
El espíritu de superación de las y los andaluces ha quedado patente a lo largo de nuestra historia y volverá a quedar de manifiesto en estos momentos de dificultad. Tal como decía el Presidente Griñán en el discurso pronunciado con motivo del 28F :"La Andalucía de hace treinta y dos años era una tierra desarticulada, sin apenas infraestructuras del transporte ni equipamientos sociales. Uno de cada cuatro andaluces trataba de encontrar su sustento en la agricultura y el 15% de la población andaluza mayor de 16 años era analfabeta. Solo dos de cada diez mujeres en edad de trabajar formaba parte de la población activa y buena parte de nuestra gente había abandonado su tierra para encontrar oportunidades que aquí no tuvieron. Hoy afortunadamente aquella realidad ha cambiado y también las actitudes del pueblo andaluz. Pero el cambio cualitativo más importante de Andalucía en estos años de autonomía es, sin duda, el que tiene que ver con las personas, con la formación y la autoestima de los andaluces. Aumentando ambas, hemos conseguido cambiar estructuras sociales. El ejemplo más sobresaliente es la incorporación de la mujer a la actividad económica, social y cultural". Los avances en salud, educación y servicios sociales públicos marcan la diferencia respecto a otras comunidades autónomas gobernadas por el PP. En los temas de igualdad se están adoptando medidas que suponen un importante retroceso. Desde la desaparición del Instituto de la Mujer a nivel nacional, pasando por la reforma prevista de la la Ley de educación sexual y reproductiva que regula la interrupción voluntaria del embarazo, la congelación en la aplicación de la Ley de Dependencia, así como la de las plazas de escuelas infantiles hasta los tres años, o el cierre de casas de acogida a mujeres maltratadas, son alguno de los ejemplos. Todos estos retroceso dinamitan los logros contemplado en la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres que era un freno importante a las desigualdades. Las medidas que contempla la reforma laboral deja a su suerte a las y los trabajadores y particularmente a las mujeres que dificilmente podrán exigir el cumplimiento de las medidas de conciliación de la vida laboral y personal que contempla la Ley de Igualdad, excedencia por cuidado de hijos o personas dependientes, hora de lactancia, reducción y adaptación de horarios, etc. se verán claramente afectadas . La brecha entre mujeres y hombres que poco a poco hemos ido disminuyendo se hará cada vez más grande. Por eso es tan importante frenar todas las medidas que están suponiendo una clara perdida de derechos. La movilización junto a los sindicatos es importante. El miedo no debe impedir la lucha por todo aquello que tanto nos ha costado.
En Andalucía vamos a empeñar todos nuestros esfuerzos para que los avances y derechos que hemos ido conquistando a lo largo de los 32 años de autonomía no den ni un solo paso atrás.
1 comentario:
Finalmente los andaluces con su voto han querido que haya un gobierno de progreso.Ni un paso atrás en derechos
Teresa Sánchez
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