En estos meses de Gobierno del Partido Popular, día si y día no es tema de conversación los ajustes presupuestarios. En particular lo que llamo "los viernes negros” en los que el Consejo de Ministros nos depara acuerdos dirigidos al recorte en los servicios públicos. De todos los tijeretazos e involución en derechos, la educación junto con la sanidad y los servicios sociales son los que considero más graves. Esta marcha atrás me traslada a mi infancia. Finales de los sesenta y setenta, en un pequeño pueblo andaluz, de la Sierra de las Nieves. Una escuela pública unitaria, un Instituto de bachillerato único en cada provincia (siempre en la capital), uno masculino y otro femenino, y si no tenías medios económicos no había posibilidad de estudiar, a no ser que la familia a fuerza de sacrificios pudiera costearlo, o trabajabas y estudiabas, o las dos cosas. Y si eso era así para los hijos de las familias trabajadoras, mucho más difícil era para las hijas, que en la mayoría de los casos no podían seguir sus estudios. A partir de la restauración democrática y del reconocimiento de la educación como un derecho en nuestra Constitución, el esfuerzo que se ha venido realizando siempre ha ido en la línea de consolidación y ampliación de ese derecho. La Ley Orgánica del derecho a la Educación de 1.985 (LODE), la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE), de 1.990, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE), de 2.002 que no llegó a aplicarse al sustituirse por la Ley Orgánica de Educación (LOE), de 2006, que está en vigor. Pero para garantizar este derecho es necesario poner los recursos necesarios. Al estar las competencias en esta materia transferidas a las comunidades autónomas, a estas les resultará absolutamente imposible prestar este servicio público si, de un lado se les impone un objetivo de déficit prácticamente inalcanzable, y de otro se suprimen o recortan las transferencias de los créditos necesarios para poder garantizar el ejercicio de un derecho tan básico como es la Educación. Los recortes en programas como el Educa3 impedirá que pueda atenderse el primer ciclo de la educación infantil, el incremento de la rátio profesor/alumno, que supondrá, además del despido de profesores, la perdida de calidad educativa. El incremento de nota para acceder a las becas, el incremento de tasas universitarias, así como otra serie de medidas adoptadas por el Gobierno del PP van en detrimento de la educación pública y de los alumnos y alumnas cuyos padres no puedan financiar la educación de sus hij@s. Esto ha supuesto una importante movilización en todo nuestro país que se mantendrán como medida de presión en contra de los recortes. Ante esta situación comunidades autónomas como Andalucía y el País Vasco se están cuestionando recurrir ante el constitucional estos recortes, que entienden invaden competencias de las CCAA. Todas estas decisiones del gobierno del PP van a suponer un cambio del modelo de educación pública que es garantía de igualdad de oportunidades. Van en la línea de un modelo neoliberal en el que la educación publica juega un papel secundario y se refuerza la educación privada. La educación nos iguala, recibir una educación universal, gratuita y de calidad es la única garantía que nuestros niños y niñas, al margen de las circunstancias económicas de sus familias puedan aspirar a todo aquello que sus capacidades le permitan, a un futuro mejor. Por eso tenemos que aunar todos nuestros esfuerzos para que en Educación NO demos ni un solo paso atrás.
domingo, 13 de mayo de 2012
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2 comentarios:
El 22 de mayo hay movilizaciones para luchar por nuestro sistema publico de educación. No faltemos
Las movilizaciones es la única forma de dejar claro nuestro descontento ante los recorrtes tan graves de derechos
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