La Ley Orgánica Integral contra la Violencia de Género (pinchar para acceder al texto), entiende por "violencia de género, todo acto de violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad aún sin convivencia"
La aprobación de esta Ley tiene su causa más profunda en la necesidad de combatir la situación histórica de desigualdad en las relaciones de poder entre hombres y mujeres, de la que la violencia de género es el "símbolo más brutal". Esta perspectiva niega la consideración de este fenómeno violento como perteneciente al ámbito privado de las relaciones de los individuos, pese a que el lugar físico donde más se cometa el delito sea el hogar, y refleja el rechazo colectivo cada vez más fuerte ante esta violencia. De este modo, podemos afirmar que, a partir de la Ley Integral se camina con paso más firme hacia una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.
Los datos a finales de octubre nos dicen que 49 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, 49 mujeres menos, pero 11 mujeres más, ya que el número de muertas ha sido inferior en ese número respecto al pasado año.
El informe incide en que hay mujeres especialmente vulnerables, como las que tienen alguna discapacidad. Así lo pone de manifiesto
La Federación de Asociaciones para la Promoción de la Mujer con Discapacidad LUNA Andalucía. En el caso de las
mujeres con discapacidad, además, se une la discriminación por razón de discapacidad, dando lugar a formas de violencia de género más complejas y no siempre reconocidas. En el manifiesto que la Federación realiza con motivo de la celebración del día contra la violencia de género, reivindican entre otros temas:
· Que se visibilice la violencia sexual que sufren las mujeres con
discapacidad, en muchos casos a manos de su entorno más cercano,
familiares y personas cuidadoras.
· Que se fomenten las campañas de sensibilización e información sobre
violencia sexual dirigidas a las propias mujeres con discapacidad, así
como a sus familiares y profesionales de los servicios sanitarios y de
atención a las víctimas de estos delitos.
· Que se establezcan los mecanismos adecuados en la acogida,
asesoramiento, orientación y acompañamiento de mujeres con
discapacidad víctimas de violencia sexual, poniendo en marcha además
cauces de denuncia y recursos especializados en atención y orientación
a las víctimas (casas de emergencia, acogida, pisos tutelados...) que
cumplan las condiciones de accesibilidad universal.
· Que se realicen estudios específicos en esta materia.
En esta línea está trabajando el Ministerio de Igualdad contando con las aportaciones del sector de la discapacidad y siendo conscientes que ante la violencia de género hay mujeres especialmente vulnerables.